Mi Madre...
En este momento en que el arte se ha convertido en mi más cercano compañero, mi amiga, consejero, quién tantas veces me ha cobijado, escuchándome y mostrándome tantas formas de comunicarnos, de cierto modo siento que el arte es un alma que vive rodeándonos cada instante, nos estira sus brazos, me hace sonreír y también me deja llorar... es una conexión con la sensibilidad pura del ser, una cuestión inherente en el hombre y la mujer que de vez en vez sale a flote para algunos y para otros esta siempre latente y presente... la primera vez que conocí el arte fue cuando con mis padres vivíamos en una habitación, mi padre trabajaba y durante el día jugaba juegos inventados por mi madre. Recuerdo que me invitaba a hacer cualquier línea y con ella me dibujaba un animal, desde una jirafa a un tucán, del clásico gato recostado en una alfombra al elefante con su gran trompa... fueron muchas las veces que intentaba dibujar sus animales, y ante mis fracasos la frase era siempre una... "inténtalo de nuevo"... debajo de la mesa decenas de papeles arrugados con los intentos. No recuerdo cuanto tiempo pasé hasta que logré dibujar los animales como mi madre me enseñó... quién más si no ella podría enseñarme e invitarme al mundo del arte, y con él toda la vida. Lo eres todo para mí. Gracias Mamá.
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